Mi taxi

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jueves, 27 de noviembre de 2014

El alivio de la Poda Sináptica.

ima
ginetrends.wordpress.com
Al encarnarnos en este mundo, al margen de la paraciencia y la Fe, nuestra conciencia de la realidad, de nosotros mismos y nuestra mente, no son mas que impulsos eléctricos que viajan por nuestro sistema nervioso, y son administrados en nuestro cerebro que aislado bajo la protección del cráneo se hace una exigua idea de lo que le rodea a través de los sentidos. Este hecho es otra cura de humildad para el hombre que ve reducida toda su pretendida complejidad a un puñado de electrones en movimiento. La red por la que se desplazan los electrones la tejen las neuronas y para cada pensamiento en el momento de sentir, recordar, decidir etcétera, éstas forman nuevas conexiones a través de sus axiones. De esta manera la red es cada vez mas abundante y mas compleja pero como nuestra capacidad cerebral tiene un límite, para que la red no colapse y siga siendo funcional, el cerebro pone en marcha la poda sináptica. El cerebro cercena las conexiones que ya no considera útiles en previsión de espacio para las venideras . La mayor de las podas se produce a los 7 años, curiosamente la edad en la que nuestros padres nos adjudicaban el uso de razón. En todo caso la poda sináptica supone un alivio puesto que desterraremos pensamientos inútiles y en el caso de perder algo útil no seremos capaces de recordarlo. por ponerle una pega, lo haremos en su condición de involuntaria, tanto como los latidos del corazón. Una pena que nuestro diseño no prevea la voluntariedad de este inquietante proceso. 
ellibrepensador.com

 Nuestro joven estado de derecho llegó al uso de razón hace ya treinta y cinco años y en la red de administraciones, organismos e instituciones no se produjo ninguna poda, aunque si que se crearon otros nuevos, en un proceso que dura a día de hoy, en el que se superponen las nuevas administraciones sobre las viejas como método de colocación masiva de familiares, acólitos y demás clientela de nuestra clase política. Nuestro estado, como nuestro cerebro, tienen un límite y necesita el alivio de la poda para que no colapse por saturación, hecho este que ya se esta produciendo, y que los sujetos a podar se encargan de ocultar y alargar, como buen parásito que no rebasa la línea vital de su huésped.

martes, 18 de noviembre de 2014

Perdidos en la niebla del medio plazo.

En la isla de Córcega , en el mar Mediterráneo, a finales del siglo XVIII, ya bajo soberanía francesa, nació Napoleón. Sobre el yunque de una familia numerosa de clase media, al fuelle de la escasez, en el fuego de la revolución y moldeado por el martillo de la vida se forjo un brillantísimo militar y político que creó, de nuevo, un gran imperio europeo. La perdición de Napoleón fue Rusia cumpliendo así la máxima que Aristóteles  enseñó a Alejandro veintidós siglos antes: "Asia devora a todo hombre que se adentra en ella". Siendo así, su primera derrota, fue por sino ineludible, en España. La Victoria, don del Altísimo, cayó como no podía ser de otra manera del lado español en la Batalla de Bailén. La noticia corrió como la pólvora por todo el mundo conocido, y esto sirvió de acicate para otras naciones, prueba fehaciente de que las tropas de Napoleón no eran invencibles. Además de saquear literalmente España, el francés nos trajo otras cosas entre las que se encuentra la rata común, que vino hasta nosotros viajando en el bagaje del ejército napoleónico. Este extraordinario animal, procedente del este de Rusia y China, aunque parezca ancestral, sólo lleva con nosotros poco más de doscientos años y ha colonizado el mundo viajando como polizón lo mismo en carromatos que en barcos, posee un instinto de supervivencia y una inteligencia colectiva asombrosa que hace que prolifere hasta convertirse en un problema para el ser humano. Llegada la hora de enfrentarse a ella, siempre optamos por el veneno. Este debe de ser de efecto retardado, muy lento, para que la inteligencia colectiva de la colonia no establezca relación causa efecto, y así se pierda en la niebla del medio plazo. Los confectores de la ponzoña encontraron en el anticoagulante de la sangre los efectos que buscaban. Muchos días después de comer un alimento rico y reconfortante viene la muerte de forma aparentemente natural, suave y aliviadora.
 A la hora de conformar las ideas en la sociedad que va a votar en los comicios, nuestras élites, también se esconden en la niebla del medio plazo, para ocultar hechos pasados y desactivar previsiones a futuro. El veneno, en este caso, son los medios de comunicación, sobre todo la televisión, y el anticoagulante de las ideas son unos contenidos alambicados que adocenan y atrofian el sentido crítico y canalizan la síntesis de ideas hacia el destino que los "Magus rex umbra" han decidido por nosotros.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

A la sombra del tamaño intermedio.

En los tres primeros días de la creación (Génesis 1,1-18) Dios hizo el universo material, el tiempo y las fuerzas que lo rigen. Para la soberbia del hombre es una cura de humildad sentir la impotencia de nuestra ceguera ante el universo cuántico, y nuestra nimiedad ante la infinidad del cosmos. Así, viviendo a la sombra del tamaño intermedio, en el anhelo de la luz, el hombre evoluciona en progresión geométrica desde los primeros días tras la expulsión del edén.
Demasiados taxistas tienen la desdicha de ver reducido su universo al habitáculo de un coche, y es que en este espacio tan amanable para el hombre, fuera de la sombra del tamaño intermedio, no sabemos poner límites al tiempo, perdemos la perspectiva para poder mejorar y "metidos entre los árboles, no podemos ver el bosque".

viernes, 7 de noviembre de 2014

La hora de los Leales.

El corrosivo del poder siempre ha deshecho la integridad y el honor de los gobernantes, y en estos días el número de corruptos nos ha hecho caer en el desengaño y la desesperanza.
 La civilización que nos sostiene, y permite nuestra identidad como personas, y nuestro nunca conocido bienestar, en el seno de la gran nación europea, se construyó en los campos de las grandes batallas en las que se frenó el avance atávico del basto Oriente, "que todo lo devora", sobre la pequeña y deseada Europa. Estas grandes batallas fueron Salamina, Navas de TolosaLepantoViena y Midway.
  A nosotros los españoles nos cabe el honor de vernos concernidos en dos, Navas de Tolosa y Lepanto. Nuestros ancestros segovianos cumplieron su palabra, y fueron a Toledo a sumarse a las huestes del rey Alfonso para marchar sobre el Almohade. En la batalla de las Navas, la Milicia Concejil de Segovia combatió en la costanera derecha a las ordenes del rey Sancho de Navarra, a quien tuvo que reforzar por haber aportado éste pocas lanzas. La Milicia de Aiyón en el centro,  y Coca y Cuellar  en la zaga. Las Milicias de Sepúlveda y Madrid combatieron en la vanguardia mandada por Diego Lopez de Haro, quien resuelto asió su lanza y puso su caballo a galope y cargó con todo su ser contra el enemigo que traía el fin de su reino, su religión y su civilización. Si en plena carga miró a sus costados, allí vió a sus familiares y a sus montañeses y a los hombres de Sepúlveda y de Madrid entre muchos otros, y demás milicias que no le dejaron solo e hicieron honor de estar en la hora de los leales, que es aquella en la que los hombres buenos deciden en justicia permanecer al lado de un líder, aun sin que les ate con él ningún vínculo de sangre, a sabiendas de que en el envite se paga hasta con la vida. Y así espolearon la determinación de su gobernante y no pudo ser de otra manera.
 Si ahora uno de nuestros gobernantes se llenara de honor y de dignidad, asiera la ley con fuerza y cargara contra la corrupción y todos los males que amenazan nuestro bienestar, nuestra vieja nación y la civilización que la sostiene, al mirar a los costados ¿A cuántos hombres buenos encontraría?¿Quién de nosotros, los gobernados, estaría en la hora de los leales?
  Como nosotros queremos que sea, no puede ser según como somos.