Gladius Hispaniensis |
Por la unión de tres tribus había llegado a merecer sostener el peso de la civilización. Desde el creciente fértil, en Mesopotamia, siempre de oriente a occidente, ésta había pasado de Egipto a Grecia y por dimisión a Roma.
En el idioma escrito descansaba la burocracia que marcaba la diferencia entre la tribu y el estado. Así Pablo había llegado a ser oficial del ejército de Roma, leyendo órdenes y cumpliéndolas de forma mecánica.
Tras diez años de soldado disciplinado, feroz y superviviente, un ascenso forzado por las bajas le había hecho Centurión.
Calzada paso de la Fuenfría |
No sólo los Arévacos, también Betones y Vacceos capitularon en menos de un año. La mitad de la población murió en combate, por suicidio o ejecución. La otra mitad aceptó la romanización. El centurión Pablo Voreno aconsejó a su Legado no esclavizar a los rendidos pues éstos no eran un pueblo dócil y se suicidaban al saberse en posesión de otro y así no servían a los intereses de la República. Mejor darles la condición de plebeyos a cambio de construir la calzada y el acueducto, necesarios para hacer de Segovia una plaza fuerte.
Azud del Acueducto de Segovia |
La Cohorte de Pablo Voreno trajo la civilizacion no sólo en la tinta de sus plumas y legajos, también en el filo de sus gladius hispaniensis y en las formaciones de su táctica militar. Su huella personal aún hoy perdura en nuestros topónimos.
Moneda en estudio |
¡AVE, PABLO VORENO!
Terra vestra adhuc portare nomen tuum.
(Tus tierras aun llevan tu nombre.)
*El texto obedece a una interpretación libre de la historia.